El dominicano de 24 años continúa demostrando características que suelen desarrollar los bateadores cuando alcanzan cierto nivel de veteranía.
El béisbol es un deporte donde pocas cosas son más emocionantes que un buen batazo. El cuadrangular para poner a un equipo arriba, el batazo que trae la carrera del empate cuando el juego parecía perdido, el hit que inicia el rally o en los casos contrarios en que eso ocurre contra el equipo que cada fanático sigue. Lo que muchos no se encuentran emocionante es que los bateadores aprovechen el descontrol de un lanzador y alcancen la primera base por una transferencia.
Ciertamente, a pesar de que no es la más emocionante de las acciones, grandes cosas surgen de una base por bolas y siendo honestos, todo el que sigue este deporte prefiere que la entrada inicie con un corredor en la primera base que con un ponche.
Sin embargo, por alguna “extraña” razón (haber rechazo la extensión contractual ofrecida por Washington Nationals), tomar bases por bolas se ha convertido en el punto que más se le critica a Juan Soto de San Diego Padres. “La Fiera” líder Grandes Ligas en transferencias en 2023 con 99, en las pasadas dos temporadas también lideró la “Gran Carpa” con 145 (2021) y 135 (2022), por lo que es considerado como uno de los maestros de la zona de strike.
Normalmente, el proceso para que un bateador se vuelva mejor controlando la referida zona, tarda años y se va adquiriendo con la veteranía. Mientras el jugador va perdiendo condiciones como la velocidad y fuerza de su swing ante el paso del tiempo, va buscando formas de mantenerse siendo productivo, por lo que la tasa de transferencias puede elevarse con respecto al pasado.
A la vez, lo anteriormente expresado lleva a que el porcentaje de embasarse (OBP) del individuo aumente, lo que en términos llanos ayuda a visualizar qué tan frecuentemente el jugador está presente en las almohadillas. Por esto, el OBP de por vida de Soto de .423 está considerado entre los mejores en la historia para un jugador de su edad, es algo que no se ve todos los días.
Soto ha logrado mantener dicho OBP gracias a su disciplina y paciencia en el plato. Contrario a lo que mucha gente le exige de que debe ser más agresivo con los lanzamientos rivales, con solo medir la forma en que se le tira a Soto, uno puede darse cuenta de que el dominicano ha estado tomando las decisiones correctas.
Danny Vietti de CBS Sports, presenta un dato interesante que prueba por qué Soto es el mejor bateador frente a lanzadores fuera de la zona de strikes de la actualidad.
En 2023, Soto ha visto un total de 2,019 lanzamientos. De esos, 1,081 (poco menos del 54 por ciento de las pelotas que le han tirado) han estado fuera de la zona de strike. De este último grupo, el jardinero de los Padres solamente ha hecho swing a 166 lanzamientos o el 15.4 por ciento, el mejor porcentaje de las Grandes Ligas.
Soto, simple y sencillamente, es capaz de identificar lanzamientos mejor que nadie en la actualidad y esto lo convierte en el mejor bateador contra pitcheos fuera de la zona, aunque sus detractores quieran que cambie su estilo.