El Adelantado don Bartolomé Colón, hermano del Almirante Cristóbal Colón, fundó la ciudad de Santo Domingo en el margen oriental del Río Ozama, en una fecha que todavía hoy genera controversia. Algunos historiadores señalan 1496, otros 1497 y 1498 como el año de la fundación, cuyo origen también es objeto de polémica, porque para algunos fue el hallazgo de unas minas de oro y para otros el romance de un soldado aragonés con una cacica llamada Catalina.
Hecho irrefutable es que desde La Isabela, la primera villa del Nuevo Mundo, salieron las primeras expediciones que Colón organizó para adentrarse en la isla en busca de oro, lo cual derivó en nuevos asentamientos en la tierra nueva.
Una publicación del Centro para la Historia de las Obras Públicas y Urbanas (CEHOPU), que cita el historiador José Chez Checo en la edición “Amanecer y Ocaso de la Villa de Santo Domingo”, relata: “A fines de 1493 se levantó La Isabela, primer municipio del Nuevo Mundo. Poca vida tuvo esta población pues el descubrimiento al sur del territorio de unas minas de oro próximas al río Haina hizo que la colonización se trasladase hacia esa zona meridional. Aquí, en agosto de 1497 se alzará el primero de dos asentamientos que tendría la ciudad. Aunque la fecha de fundación de Santo Domingo no está probada documentalmente sí sabemos que fue Bartolomé Colón quien la erige, dándole el nombre bien por haber llegado a ella un día de domingo o en memoria del padre de los Colón que así se llamaba”.
Destruida por un huracán que asoló la metrópoli en julio de 1502, la ciudad fue trasladada a la margen occidental por Fray Nicolás de Ovando, el Gobernador de la Española.
Ovando hizo el trazado urbano de la ciudad, que incluyó un conjunto de calles y edificaciones militares, civiles y religiosas. Los cronistas cuentan que el entonces Comendador de Lares diseñó la primera calle de América, Las Damas, y el primer fortín, la Torre del Homenaje.
La empresa urbanística fue monumental entonces. De Europa llegaron maestros de la construcción de gran prestigio, además de albañiles experimentados. Ovando había arribado a la isla con misiones expresas de los Reyes Católicos que incluían la restauración de los privilegios que el destituido gobernador Bobadilla había quitado a Colón y sus hermanos, quienes fueron enviados engrillados a España. El nuevo gobernador llegó a la isla con dos mil quinientos españoles, en parte nobles y caballeros, un grupo humano de mucho mejor calidad que los emigrantes de los viajes anteriores a Indias, dice Chez Checo.
Durante los primeros años de Ovando, Santo Domingo alcanzó tal esplendor que se le comparaba con las más hermosas ciudades españolas. Rodrigo de Liendo fue uno de los maestros, que levantó entre otras obras el Monasterio de San Francisco y la Iglesia de las Mercedes.
La zafra incluyó la sede del cabildo, las iglesias de Santa Bárbara , San Santón, San Miguel y San Carlos, y manzanas de casas en la que esmerados albañiles trabajaron sin descanso.
El 7 de diciembre de 1508 la ciudad de Santo Domingo recibió mediante una cédula real su escudo de armas. Un año más tarde, en 1509, la Corona Española designó a un hijo del almirante Colón, Diego Colón, gobernador de la isla. Este había heredado los títulos de virrey y gobernador de las tierras descubiertas. Con el hijo del descubridor llegó a la ciudad su esposa, Doña María de Toledo, quien pertenecía a una de las familias más influyentes de España en la época. Luego harían historia los paseos de Doña María con su corte de señoras por la calle Las Damas. La residencia de ambos, el Alcázar de Colón, conserva parte de su mobiliario original.
¿Sabías que? En 1990, la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, el Arte y la Cultura (UNESCO) declaró la Ciudad Colonial de Santo Domingo Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Más información y enlaces:
Ministerio de Turismo de la República Dominicana: http://www.godominicanrepublic.com/es/destinos/santodomingo-es/
Clúster Turístico de Santo Domingo: http://gosantodomingo.travel/gosd/ciudad-detalle/28/historia/