Si es cierto que los gobiernos y las instituciones responsables por el medio ambiente deben velar por elaborar las leyes, hacerlas cumplir y cada día más fortalecer los vínculos y la valoración que los seres humanos tienen del entorno natural y los beneficios que este entorno nos provee, cada individuo tiene el deber de aportar su granito de arena y cumplir con su cuota de responsabilidad con la conservación del medio ambiente. Cada día somos más conscientes de ello y tenemos al alcance más y mejores herramientas para lograrlo. Muchos son los aportes, contando con un día a la vez podemos empezar por algunos de los aspectos a tomar en cuenta que se presentan a continuación.
Los seres humanos tenemos responsabilidad en cuanto a lo que consumimos, debemos consumir conscientemente y el tema del alimento es cada vez más complejo a medida que la población aumenta, que los recursos disminuyen, que el cambio climático se intensifica y que mayores recursos y métodos agresivos se utilizan con el fin último de alimentar a la población mundial.
Las vedas son cierres temporales o definitivos a la captura, caza o pesca de especies, lo que significa que no se puede comercializar ni consumir la especie protegida bajo una veda. En la República Dominicana existen vedas temporales muy importantes que debe cumplir la población. Estas vedas se establecen para proteger durante los meses de reproducción a las especies de importancia comercial o aquellas que se encuentran amenazadas.
Las temporadas de veda de diversas especies quedan definidas en el Decreto 119-12, donde por ejemplo la langosta, queda protegida por una veda que abarca desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio, temporada en la que está prohibida la captura, procesamiento y tenencia de la especie, por lo que no es políticamente correcto promover su consumo en hoteles y restaurantes e incluso medios de comunicación.
Los períodos de veda comprendidos en los Decretos 316-86, 813-08, 499-09 y 119-12 son los siguientes:
(Campañas informativas sobre respeto a las temporadas de veda. Fuente: Reef Check, Revista RD Verde, Guardianes del Océano)
Debemos tener claro por qué es tan importante que no se capture y se consuma la especie en los periodos de veda establecidos. Se ha determinado que durante estas épocas las especies mencionadas se reproducen, por tanto si queremos seguir disfrutando de estas exquisitas muestras gastronómicas con el paso de los años es necesario que durante la época de reproducción se asegure que ninguna actividad humana provoque impactos negativos en la multiplicación de la especie. Los pescadores, comerciantes y consumidores están obligados a respetar el período reproductivo y el hábitat de las especies marinas que nos sirven de alimento.
Otra especie por la que deberíamos asumir la misma conciencia ambiental, a pesar de que no existe un período de veda ni prohibición alguna a su captura, es el Pez Loro. El consume de Pez Loro provoca daños irreversibles en los ecosistemas costeros de la isla. Este pez aporta grandes beneficios pues es uno de los peces más importantes en la limpieza del mar y en la formación de arena para nuestras hermosas playas, siendo un aporte significativo para mantener la calidad de la principal actividad económica de la República Dominicana. En los últimos años el consumo de Pez Loro se ha elevado por la disminución de poblaciones más populares de otros peces, lo que ha colocado mayor presión en la especie de este pez que correrá el riesgo de extinguirse. Su extinción pondría en riesgo nuestro patrimonio natural costero de playas de agua cristalina y arenas finas.
Todos los dominicanos debemos asumir la responsabilidad de la conservación del pez Loro. A pesar de que el consumo de este pez no está prohibido, se motiva a la población a no consumirlo, con el fin de que los pescadores y comerciantes no se sientan incentivados a continuar con su captura.
En la República Dominicana se generan cada vez más residuos. En el país se generan 10 mil toneladas diarias, en las cuales el 51% pertenece a materia orgánica, el 16% a papel y cartón, el 10% a plásticos, el 6% al vidrio, 4% textiles y 2% a tetra packs.
Solo en Santo Domingo se generan más de 900 toneladas diarias de residuos. Con una población creciente y una cantidad de turistas también creciente, la producción de residuos se proyecta a aumentar también.
A nivel de Estado no existe sistema de separación y reciclaje de residuos, sin embargo, empiezan a asomar iniciativas donde a escala municipal se han implementado iniciativas de clasificación de residuos y disposición adecuada de vertederos. Del otro lado, el sector empresarial ha empezado a identificar las oportunidades de negocio que existen en los residuos que se generan en el país. Pequeñas empresas han surgido con el objetivo de recolectar los residuos que se producen en el sector doméstico principalmente con el fin de venderlo a otras empresas recicladoras. Este espacio que surge recientemente nos da la oportunidad de, a nivel doméstico, poder aportar un granito de arena a la conservación del medio ambiente, clasificando los residuos que se producen en nuestros hogares y asegurando que se conviertan en materia prima que pueda ser aprovechada para otros usos luego de que salen de nuestras manos.
Los residuos, según el país y el sistema de recolección y reciclaje establecido, pueden clasificarse de diversas maneras. La separación más sencilla y la que suelen utilizar las empresas en el país son: papel, plástico y envases tetra pack. Clasificar los desechos producidos en el hogar es muy sencillo, sólo debemos tomar en cuenta que los materiales clasificados deben estar libres de cualquier contenido orgánico, líquido o químico, por lo que debemos procurar que estén limpios antes de clasificarlos. Luego de ser clasificados, estarán listos para ser entregados en un punto limpio o centro de acopio.
Un punto limpio o centro de acopio es el espacio donde podemos entregar los desechos sólidos luego de clasificarlos. El objetivo de estos es disponer de estos residuos para transportarlos a lugares donde se les pueda dar un mejor uso, por ejemplo, en empresas recicladoras. Esto evita que los residuos sean aprovechados como materia prima, en lugar de terminar en un vertedero sin que puedan ser aprovechados como sucede cuando mezclamos todos los residuos generados.
En la siguiente tabla se presenta la ubicación de algunos de los puntos limpios o centros de acopio de Santo Domingo:
(Localización de algunos centros de acopio en Santo Domingo. Fuente: revista RD VERDE)
Luego de depositar los residuos en el centro de acopio más cercano aun tendremos un tipo de residuo con muchísimo potencial, el residuo orgánico. Algo interesante es que podemos aprovechar los residuos orgánicos utilizándolos como compost en nuestras plantas de jardín o huerto casero. Preparar compost es sencillo y muy divertido, al mismo tiempo que resulta educativo por el conocimiento que adquirimos sobre la naturaleza.
Tener la oportunidad de preparar compost en nuestros hogares también nos hace ser más conscientes de los productos que consumimos que no son biodegradables y nuestro poder para evitar el uso de bolsas y empaques innecesarios, resulta en una motivación además para preferir el consumo local, sin empaques extras.
Textos extraídos y adaptados de la Guía Práctica de la Energía, consumo eficiente y responsable.
La energía es un bien escaso en la naturaleza, agotable y que debemos compartir y cuidar entre todos. Su uso indiscriminado produce impactos negativos sobre la salud medioambiental de un planeta que estamos obligados a conservar. Su uso responsable es fundamental para la sostenibilidad y el futuro de nuestro planeta. Las familias dominicanas, con sus pautas de comportamiento, son decisivas para conseguir que los recursos energéticos se utilicen eficientemente. Algunas cosas que no debemos olvidar y algunos pasos para empezar a incluir buenas prácticas sobre el uso de la energía son los siguientes:
Consumo y abastecimiento de energía
Electrodomésticos
Vivienda
Teniendo en cuenta que la adquisición de una vivienda suele ser la mayor inversión a lo largo de nuestra vida, es muy importante considerar todos los aspectos que van a contribuir a la calidad de nuestra residencia y, por tanto, de nuestra propia calidad de vida. En general, las principales preocupaciones ante la compra de una vivienda se centran en el precio, el tamaño y la localización. Sus instalaciones energéticas y, en particular, la posibilidad de disponer de energías renovables, deberían ser parte de nuestros intereses y preocupaciones.
Vehículo
El desplazamiento en medios motorizados, especialmente el uso de vehículo privado, provoca uno de los mayores consumos de energía fósil. Siempre es más eficiente y preferible el uso de transporte colectivo para los desplazamientos urbanos.
Residuos
Los residuos domésticos con nuestros hábitos, tanto de consumo como de reutilización y reciclaje, tienen un impacto indirecto en el consumo de energía global y en la protección del medio ambiente.