De los perfiles que describen la población y la familia, los envejecientes y las mujeres sale el dibujo casi completo de una sociedad, para bien o para mal, y en el caso dominicano el cuadro que se muestra apunta a transformación sistemática, injusticias por enfrentar y valores en picada.
De la mujer dominicana se destaca su mayor acceso a la educación y las mejores condiciones económicas que tienen una parte de ellas para subsistir con independencia económica en los dos últimos lustros. Pero también hay que resaltar el desafío mayor que sigue enfrentando de cara a la emancipación que reclama con todos sus derechos. El gran padecimiento del género a nivel mundial -la violencia intrafamiliar y contra la mujer- es también una realidad en suelo dominicano.
República Dominicana tampoco hace excepción cuando se hace referencia a la familia en el contexto de la trasformación social que ha enrumbado la población latinoamericana por los caminos de las sociedades modernas. En este país la familia ideal resulta cada vez más un término idílico, con cifras que invitan al asombro, como la que dice que el 31% de los hogares tiene a una mujer sola como jefa de hogar.
El panorama social tiene en otras tendencias demográficas puntos de reflexión trascendentales, como el que se deriva del hecho de que el 8% por ciento de la población dominicana es mayor de 60 años, siendo igualmente una realidad que las políticas estatales no garantizan el paso a una tercera edad sin preocupaciones vitales. Muchos tienen la suerte de poder subsistir por las remesas y la ayuda económica de sus familiares y un mínimo porcentaje está incorporado a la vida productiva.
Religiosos por imposición o vocación, los dominicanos muestran también que los rasgos de su espiritualidad son mutables. El 75% se declaraba católico hace cinco años, y en 2002 lo hizo el 64%. Detrás del descenso está el ascenso de otras creencias ?de origen protestante la mayoría- que se suman a la práctica, siempre tras bastidores, de la religiosidad popular.
Qué somos, cómo seremos y hacia dónde vamos?las preguntas encuentran respuestas en líneas siguientes. Esbozos que invitan a la reflexión y que darán paso a análisis de fondo con miradas distantes de prejuicios.