Conferencia sobre las Técnicas no violentas de participación ciudadana en FLACSO

Conferencia sobre las Técnicas no violentas de participación ciudadana en FLACSO
Santo Domingo, 05/10/2010

El director del Centro Dominicano para la Paz, Erasmo Lara, consideró que las estrategias no violentas de acción política pueden, en muchos casos, proveer medios más eficientes, permanentes y legítimos para lograr exitosamente los objetivos políticos en lugar de utilizar la violencia pura.

“La idea es lograr que esta participación tome cuerpo entonces como elemento de resistencia civil, pues en la mayoría de los casos es una reacción hacia el uso del poder en contra del bienestar común”.

Durante una conferencia sobre las Técnicas no Violentas de Participación Ciudadana ofrecida en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Programa República Dominicana (FLACSO-RD) el experto en asuntos de Resolución de Conflictos y Negociaciones informó que en los últimos 100 años, los métodos no violentos de resistencia a la autoridad opresiva han generado transformaciones sociales y políticas más profundas que el uso de violencia en muchas partes del mundo.

En sus palabras de bienvenida, Manuel Mejía, Subdirector Académico y de Investigación, precisó que la institución ha insistido en que la  efectividad de  los métodos  de participación ciudadana no violentos dependerá de cambios sustanciales en los sistemas de dominación mundial, aunque esto no sea previsible a corto plazo.

Mejía entiende además, que en términos institucional, social, económica y política, la sociedad está llamada a revertir las estrategias violentas de  participación ciudadana impuestas por las tramas de poderes a diferentes niveles en el mundo.

Lara considera que la sociedad y los trabajadores por la paz del país tienen el reto de fortalecer la democracia de las instituciones a través de la participación de la sociedad civil de forma no violenta y si constructiva.

Indicó que “la clase política en general, aunque ha dado pasos significativos para el ejercicio democrático en cuanto a la alternabilidad del poder y la expresión electoral, dista mucho de tomar en consideración las necesidades ciudadanas cuando toma decisiones ya sea en el ordenamiento jurídico nacional o en la implementación de proyectos o negociaciones que afecten el futuro económico, el medio ambiente o el bienestar de las presentes y futuras generaciones”.

Para el educador y diplomático es urgente que se establezcan mecanismos de participación ciudadana que permitan tomar parte en el juego democrático participativo, ya que la celebración electoral son torneos clientelistas y mediáticos debido a que los políticos electos no representan en general a comunidades algunas y que los mismos ejercen su función política principalmente para mantener el poder.

El interés principal del ejercicio político, considera Lara,  es que los ciudadanos participen en las decisiones que toman todos los poderes del Estado así como sectores empresariales, gerenciales, y otros actores de dirección política, económica y social, nacionales e internacionales,  que tengan impacto en la vida de los ciudadanos, y que por la forma en que la estructura de poderes se ha establecido, no se le da oportunidad al ciudadano de expresar sus posiciones en asuntos de bien común.         

 “La idea es lograr que esta participación tome cuerpo entonces como elemento de resistencia civil, pues en la mayoría de los casos es una reacción hacia el uso del poder en contra del bienestar común”.

En su ponencia además, aclara que la resistencia civil no violenta en países como el nuestro, no tiene como fin ni cambio de régimen ni promover revoluciones, sino  el fortalecimiento de las instituciones democráticas de convivencia civil en todos los sectores de la vida nacional, no solo en lo gubernamental.  Su objetivo principal es el operacionalizar la participación ciudadana.

El Embajador precisa que en Latinoamérica en general se goza de un periodo en que los regímenes democráticos electos por los pueblos no están respondiendo a los reclamos por equidad social, inversión pública en servicio social, seguridad humana, y lo más importante, no envuelven, en general, a la sociedad civil en la búsqueda de soluciones a los problemas de bien común.