Amarante Baret resalta aplicación de política inclusiva y sin discriminación de género en las escuelas El ministro de Educación, licenciado Carlos Amarante Baret, afirmó hoy que la educación juega un rol de primer orden en la formulación y aplicación de políticas incluyentes, respetuosas y basadas en el reconocimiento de los derechos humanos para la construcción de una nueva ciudadanía y ética ciudadana. … actualmente Educación se encuentra en medio del Proceso de Revisión y Actualización del Currículo, cualificando progresivamente a las y los docentes, en coordinación con el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio, INAFOCAM y el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), propiciando la participación de la familia y de la comunidad … Proclamó que desde el Ministerio de Educación se avanza con una cobertura altamente significativa en el género femenino, “reiterando que nuestro reto es la mejora de la calidad”. Dijo que para ello se trabaja arduamente con políticas, planes y proyectos encaminados hacia el fortalecimiento de la gerencia del sistema educativo, (Direcciones Regionales y Distritales), mejorando la oferta curricular. Indicó que actualmente Educación se encuentra en medio del Proceso de Revisión y Actualización del Currículo, cualificando progresivamente a las y los docentes, en coordinación con el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio, INAFOCAM y el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), propiciando la participación de la familia y de la comunidad en el proceso formativo de sus hijas e hijos, al tiempo que se fortalece la perspectiva inclusiva de género desde una mirada transversal. Al pronunciar una charla en el seminario Políticas, Planes y Programas de Prevención, Atención y Sanción a la Violencia Intrafamiliar y Contra las Mujeres: Avances y Desafíos, auspiciado por el ministerio de la Mujer, el funcionario expresó que en la formulación y ejecución de esas políticas deben participar todos los sectores nacionales aunados en un solo propósito. “La escuela constituye un escenario idóneo para educar en igualdad y para promover la equidad de género, lo cual, desde un trabajo articulado con la familia y con la comunidad, así como con los medios de comunicación, tiene un efecto potente, cuyo trabajo estamos altamente comprometidos con potenciar”, subrayó. Amarante Baret se siente comprometido con el fortalecimiento y desarrollo de todas las estrategias y acciones preventivas para que desde la escuela se superen situaciones que se presentan relacionadas con posibles abusos, acosos, sexismo, roles estereotipados, así como embarazos entre adolescentes y embarazos de adolescentes por parte de personas adultas. “Es todo un reto, pero el desafío nos compromete”, sentenció. A su juicio, lo anterior cobra un sentido y un significado cada vez más relevante cuando se reconoce y se asume la importancia que efectivamente tiene el sector educación para educar con una perspectiva incluyente, respetuosa y basada en el reconocimiento de los derechos humanos para la construcción de una nueva ciudadanía ética y ciudadana. El ministro de Educación afirmó que todas estas acciones se ven reforzadas y fortalecidas por los logros alcanzados en materia de alfabetización con el programa “Quisqueya Aprende Contigo”, lanzado por el presidente Danilo Medina, quien también se ha trazado la meta de construir 28,000 nuevas aulas para integrarlas al sistema educativo nacional, en tanto que la aplicación de la Jornada de Tanda Extendida ya es una realidad. Según Amarante Baret, resulta impostergable continuar el proceso de fortalecimiento de todas las políticas públicas definidas y acordadas de manera conjunta, para favorecer la equidad de género, a partir de efectivas estrategias de coordinación interinstitucional e intersectorial, que aunque en mucho se ha avanzado, deben continuar siendo fortalecidas cada día. Entiende que las políticas educativas basadas en la equidad de género ameritan de un abordaje pedagógico centrado en miradas transversales, sistémicas e integrales, desde las cuales se pueda continuar reforzando el hecho de que, como seres humanos, es imperativo el compromiso conjunto para continuar construyendo espacios de convivencia cotidianos basados en el fortalecimiento de relaciones armónicas y significativas. Es de opinión que en esas relaciones debe primar el respeto, la valoración desde la primera infancia para poder hablar de convivencia armoniosa y pacífica, igualdad de derechos sin ningún tipo de exclusión y discriminación. Entiende que por ello la educación juega un papel de primer orden, ya que desde los primeros años de vida, tanto en el seno de la familia como desde la comunidad se van promoviendo prácticas, roles sociales estereotipados que dificultan los procesos de construcción de ciudadanía a partir de una mirada igualitaria entre géneros. Afirmó que la competencia ética y ciudadana, la comunicativa, de pensamiento lógico, crítico y creativo, de resolución de problemas, la científica, la ambiental y de la salud y la personal y espiritual son las siete grandes competencias que han sido definidas desde el currículo que actualmente está en proceso de revisión y actualización. Esas competencias, según el ministro de Educación son las que van promoviendo una cultura igualitaria e incluyente, no importa el nivel en que se encuentre el estudiante, desde el inicial hasta el secundario. “Es por estas razones que el abordaje pedagógico transversal desde el currículo, para el desarrollo de nuevas prácticas basadas en la equidad, en la igualdad de género y en los derechos humanos se hace tan necesario en la escuela, y es lo que justamente se está promoviendo día tras día”, agregó. Consideró que la escuela misma afronta el gran desafío de trascenderse a sí misma porque la familia y la escuela se constituyen en espacios desde donde se reproducen no sólo estereotipos, percepciones, prejuicios, mitos, tabúes, creencias y modelos culturales dominantes que son los que definen las formas de pensar, los modos del lenguaje, las formas de relacionarse, las formas de vida y determinados patrones de cultura. Recordó que el país es signatario de acuerdos internacionales, entre ellos el Foro Mundial sobre Educación Dakar 2000 y Los Objetivos del Milenio ONU 2000, que nos comprometen como nación a promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer y a lograr una enseñanza primaria universal, meta superada en más de un 92 por ciento. Esos acuerdos también nos comprometen a eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria en todos los niveles para el 2015. Destacó que las Metas 2021, auspiciadas por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) 2008, de las cuales también somos signatarios, nos comprometen, entre otras a lograr la igualdad educativa y superar toda forma de discriminación en la educación, universalizar la educación primaria y la secundaria básica, a ampliar el acceso a la educación superior y a mejorar la calidad de la educación y el currículo escolar, “lo cual, como hemos comentado, se va logrando de manera sostenida. “Cuenten con nosotros para apoyar los procesos de construcción de una cultura democrática cada vez más acorde con los sueños de tantos hombres y mujeres que sustentaron ideales orientados al bien común y al ejercicio de una ciudadanía cada vez más abierta e inclusiva, fundamentada en la promoción y respeto a los derechos humanos, particularmente en la equidad, la justicia social y todo cuanto hacer posible una vida digna y una mejor calidad de vida”, proclamó. Apuntó que la mujer dominicana ha jugado y juega permanentemente un rol estelar en el desarrollo nacional, haciendo aportes altamente significativos y trascendentales en términos educativos, políticos, científicos, económicos, sociales y culturales, y “nuestro deber es potenciar todo esto desde la escuela”.
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